Reutilización y reciclaje, la economía del decrecimiento

«Sólo un sistema económico-financiero orientado a minimizar el consumo de recursos y la producción de residuos, que reduzca los desechos, aumente la vida útil de los objetos y recicle las materias primas contenidas en los objetos desechados, utiliza las innovaciones tecnológicas para minimizar el impacto medioambiental de los procesos de producción y no para aumentar la productividad, desarrolla al máximo la autoproducción de bienes, las cadenas de suministro cortas, los intercambios no mercantiles, en una palabra, sólo una economía del decrecimiento tiene potencial de futuro para invertir la tendencia autodestructiva inherente al uso actual de la racionalidad para un fin irracional.»

QUÉ ES

Es un avance voluntario hacia una sociedad justa, participativa y ecológicamente sostenible. No confundir con una contracción económica involuntaria.

POR QUÉ

Porque el crecimiento económico, medido por el aumento del PIB, conlleva un aumento de la producción, el consumo y la inversión y, por tanto, un mayor uso de materiales, energía y suelo.
Porque la producción y el consumo no pueden crecer indefinidamente. Hay un límite, más allá del cual se causan daños irreparables al medio ambiente y a las generaciones futuras,
Porque cada vez hay más pruebas de que el crecimiento de la producción y el consumo es socialmente insostenible y antieconómico: los costes superan a los beneficios.
Porque si no damos marcha atrás y encontramos un «ajuste adecuado», se desencadenará un declive económico incontrolable, con un impacto social muy grave, especialmente para los más pobres.

NUESTRA REALIDAD

Nuestra realidad laboral, por su propia naturaleza, se corresponde exactamente con la actividad laboral propugnada por el movimiento del decrecimiento, ya que se basa en la recuperación de bienes desechados por otros y se opone absolutamente a la política económica de las empresas clásicas, donde se favorece la productividad, el consumo, la riqueza, la explotación del trabajador, la competitividad y el despilfarro de recursos.

LA POLÍTICA DE LAS 5 ERRES

Desde hace décadas, nuestra realidad sigue la política de las 5 erres esbozada por Gesualdi, a saber:

REDUCE

REUTILICE

REPARACIÓN

RECICLAJE

REDUCIR LA VELOCIDAD